En el sector financiero mexicano, las Sociedades Financieras Populares (SOFIPOs) han cobrado relevancia por su enfoque en ofrecer servicios financieros accesibles a sectores tradicionalmente desatendidos. Sin embargo, en los últimos años, se han implementado cambios sustanciales en las normas de otorgamiento de créditos, con el objetivo de fortalecer la transparencia, reducir riesgos y mejorar la calidad de la cartera crediticia. A continuación, detallamos los ajustes más relevantes que impactan tanto a las entidades como a los usuarios finales.

Contexto actual del marco normativo para las SOFIPOs

Las SOFIPOs están reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y operan bajo la Ley de Ahorro y Crédito Popular. Estas entidades deben cumplir con una serie de requisitos técnicos, financieros y operativos para conservar su autorización y evitar sanciones.

Durante los últimos años, y especialmente a raíz de algunas intervenciones por parte del regulador, la CNBV ha fortalecido la supervisión sobre el otorgamiento de créditos, modificando normativas clave.

Principales cambios en las normas de otorgamiento de créditos

1. Reforzamiento en la evaluación de la capacidad de pago

Ahora se exige a las SOFIPOs una evaluación más rigurosa de la capacidad de pago del solicitante, incluyendo:

· Análisis exhaustivo de ingresos y egresos.

· Verificación documental obligatoria.

· Utilización de modelos de riesgo crediticio certificados.

Con esto, se busca reducir el sobreendeudamiento y evitar el otorgamiento de créditos sin sustento.

2. Inclusión obligatoria en burós de crédito

Se ha hecho obligatoria la consulta y reporte de información a Sociedades de Información Crediticia (SIC), como Buró de Crédito y Círculo de Crédito. Esto permite:

· Validar historial crediticio del solicitante.

· Evitar créditos cruzados sin sustento.

· Brindar mayor transparencia a las operaciones.

3. Establecimiento de políticas internas más robustas

Cada SOFIPO debe documentar y estandarizar sus políticas de crédito, incluyendo:

· Criterios de segmentación de clientes.

· Límites máximos de exposición por cliente.

· Clasificación de riesgo y seguimiento post-otorgamiento.

Estas políticas deben ser aprobadas por el Consejo de Administración y estar alineadas con la normatividad de la CNBV.

4. Fortalecimiento en la originación de créditos grupales

Los créditos grupales ahora deben cumplir con nuevos requisitos:

· Identificación individual de cada integrante.

· Evaluación crediticia individualizada.

· Mecanismos de control de garantías solidarias.

Se busca reducir el riesgo de impago colectivo y aumentar la trazabilidad de los recursos otorgados.

5. Supervisión más estricta sobre los intermediarios o promotores

Las SOFIPOs deben asumir mayor responsabilidad sobre los promotores o intermediarios externos, exigiéndoles:

· Capacitación certificada.

· Registro oficial ante la entidad.

· Seguimiento de desempeño y cumplimiento normativo.

Este punto responde a casos donde intermediarios mal capacitados generaban carteras de mala calidad.

6. Mayor trazabilidad en el destino del crédito

Los nuevos lineamientos solicitan a las entidades:

· Verificación documental del uso de los fondos.

· Declaraciones firmadas bajo protesta del solicitante.

· Supervisión aleatoria posterior al otorgamiento.

Esto tiene como fin disminuir el uso indebido de los recursos y garantizar que los créditos fomenten el desarrollo económico del solicitante.

Impacto de estos cambios en el portafolio crediticio de las SOFIPOs

Con estas modificaciones, las entidades deben adaptarse rápidamente para cumplir con los nuevos lineamientos. Esto ha generado:

· Reducción de la morosidad, especialmente en créditos menores a $50,000 MXN.

· Incremento en los niveles de formalidad documental.

· Optimización de procesos de originación, reduciendo tiempos sin sacrificar calidad.

Además, las SOFIPOs están recurriendo a tecnologías de scoring automático y plataformas digitales para agilizar sus evaluaciones conforme a la nueva normativa.

Relación con la Ley Fintech y el ecosistema financiero digital

Aunque las SOFIPOs no son entidades Fintech per se, el cruce normativo con la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera las obliga a incorporar ciertas prácticas de transparencia y prevención de lavado de dinero similares a las Fintech.

Esto incluye:

· Uso de firma electrónica avanzada.

· Geolocalización y validación biométrica.

· Cumplimiento con los estándares de ciberseguridad dictados por la CNBV y la CONDUSEF.

Nuevos requerimientos de capital y reservas preventivas

Uno de los cambios más significativos ha sido el endurecimiento en cuanto a la constitución de reservas crediticias y requerimientos de capital por tipo de crédito otorgado. Dependiendo del nivel de riesgo del crédito y su vencimiento, las SOFIPOs deben:

· Constituir provisiones específicas.

· Monitorear continuamente el deterioro de la cartera.

· Reportar en tiempo real cambios significativos a la CNBV.

Cambios en la fiscalización y auditoría interna

Se ha requerido a las SOFIPOs fortalecer su estructura de control interno, incluyendo:

· Auditorías internas trimestrales obligatorias.

· Revisión cruzada por despachos externos registrados ante la CNBV.

· Designación de un Oficial de Cumplimiento con funciones autónomas.

Esto garantiza que los procesos de crédito estén alineados con los principios de gobierno corporativo y gestión prudencial del riesgo.

Repercusiones para los clientes actuales y nuevos

Los solicitantes de crédito también experimentan cambios importantes:

· Procesos más largos pero seguros.

· Mayor exigencia documental.

· Acceso a condiciones crediticias más justas y claras.

A mediano plazo, estos cambios favorecen al cliente al reducir el riesgo sistémico, fomentar la inclusión financiera responsable y permitir tasas de interés más competitivas.

Perspectivas a futuro en el otorgamiento de créditos

Se espera que en los próximos años las SOFIPOs:

· Incorporen inteligencia artificial y análisis predictivo en la evaluación crediticia.

· Se integren a ecosistemas de datos abiertos para enriquecer los perfiles de los solicitantes.

· Establezcan alianzas con empresas Fintech para facilitar la originación de créditos digitales supervisados.

Conclusión

Los cambios en las normas de otorgamiento de créditos en SOFIPOs representan una evolución positiva hacia un sistema financiero más robusto, transparente y justo. Si bien implican mayores responsabilidades para las entidades, también abren la puerta a mejores prácticas y una profesionalización del crédito popular en México.

Para los usuarios, significa un acceso más seguro a los productos financieros, con reglas claras y mecanismos de protección más efectivos.